La contaminación del océano y los mares, así como las líneas de costa, es un hecho incuestionable. Basta ver la situación actual del Mar Menor en Murcia, una de las lagunas de agua salada con mayor interés ecológico en Europa. Te mostramos las principales causas de contaminación del océano y cómo actuar de manera racional siendo navegante.
Situación actual de la contaminación de costas, mares y océanos
Los océanos han sido vistos durante siglos y milenios, como el principal vertedero en el que deshacernos de todos los residuos. Sin embargo, la contaminación del océano provocada por el hombre se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos, como consecuencia de vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y núcleos urbanos.
Esto ha dado lugar a la introducción de contaminantes nocivos que no son propios de ecosistemas marinos. Los plaguicidas, los herbicidas, los fertilizantes químicos, los detergentes, las aguas residuales o los hidrocarburos son agentes muy peligrosos para la conservación de los medios acuáticos.
A todos estos se suman los plásticos. Los expertos advierten que al ritmo de consumo actual, para el año 2050, el peso de los residuos plásticos superará al total de todos los peces del planeta.
La contaminación del océano no es siempre física
Los contaminantes físicos alteran la composición nutricional de los ecosistemas, generando zonas en las que apenas puede haber vida marina. En el caso de los plásticos y los pequeños metales, el problema es que peces y aves marinas los confunden con comida y acaban llegando a la cadena alimentaria global.
Esta situación ya es problemática, pero a ella se añaden los procesos de contaminación acústica. La presencia cada vez mayor de sonidos de gran potencia o alarmas procedentes de barcos, sonares e instalaciones petrolíferas puede provocar cambios en los patrones de migración, alimentación y reproducción de muchos animales marinos.
Cómo ser un navegante ecológico y sostenible
La contaminación del océano es un problema sobre el que hay que actuar de manera inmediata y eso se puede lograr de manera activa. Los navegantes, con pequeñas acciones, pueden reducir ese impacto negativo que implica salir al mar con un barco.
Apagar el motor
Los veleros a motor consumen combustible, que es una fuente inevitable de combustión. De este modo, siempre que sea posible, cuando las condiciones lo permitan, hay que navegar con el motor apagado, aunque esto suponga depender únicamente del viento y las mareas.
Hacer uso de energías renovables
Todos los sistemas a bordo en un barco necesitan energía para funcionar. Como en el caso anterior, intenta no mantener encendidas las luces en todo momento, para no agotar las baterías que alimentan esos sistemas. A su vez, echa mano de energías alternativas como turbinas eólicas o paneles solares para no depender tanto de los combustibles fósiles.
Pintura ecológica
Los barcos necesitan estar protegidos en el casco con pintura que evita la fijación de la vegetación al casco como consecuencia de la humedad. Este sistema se denomina antifouling o antiincrustante. Los productos de este tipo son cada vez más respetuosos con el medio ambiente, pues se ha prohibido el uso de metales pesados. La dinámica, por tanto, es sencilla, utilizar antifoulings que estén elaborados a partir de compuestos eco responsables.
¿Qué hacer con los residuos que se generan en el barco?
La última recomendación es básica para evitar la contaminación del océano, haz una buena gestión de los residuos, no emplees el mar como vertedero. Y si incluyes aparatos de limpieza en el barco, elige aquellos que sean menos nocivos, como por ejemplo detergentes ecológicos. De igual manera, no hagas uso de elementos desechables, como platos y cubiertos.
La contaminación del océano es un problema mayúsculo sobre el que hay que actuar. La buena noticia es que todavía es solucionable si todos ponemos nuestro granito de arena, algo que va a obligar a un esfuerzo descomunal por parte de la humanidad. Visítanos en GreatBlue360.com